Quedarme con el lado más conocido de Brassaï no habría sido suficiente y he querido descubrir un poco más de este artista multifacético que no solo ha sido un gran fotógrafo, además se ha dedicado a la pintura, la escultura, la escritura, el cine, el diseño de tapices, el dibujo…Un intelectual que tuvo una educación y un alma de artista con una idea clara en la cabeza: “Lo que más ambiciono es hacer algo nuevo y penetrante con lo banal y lo convencional, mostrar una faceta de la vida diaria como si se viera por primera vez”
Brassaï, cuyo verdadero nombre es Gyula Halász, nace en 1899 en Brassó un plueblecito a 170 km al norte de Bucarest (Rumanía) integrado en aquellos años a Hungría y que, en 1920, pasa a formar parte de Rumanía con el nombre de Brasov. Su familia se desplaza a Paris cuando él tiene 3/4 años, donde su padre ejercerá de profesor de literatura en La Sorbona durante un año, para luego regresar a Bucarest en 1904. Pasa por la Escuela de Bellas Artes de Budapest y estudia pintura y escultura. En la Primera Guerra Mundial es movilizado en 1917 para incorporarse a la caballería austro-húngara. En 1920 se desplaza a Berlín y encuentra trabajo como periodista para algunas publicaciones húngaras, continuando sus estudios de arte en la Escuela de Bellas Artes de Berlín-Charlottenburg. En Berlin hace una gran amistad con el pintor Lajos Tihanyi y conoce a otros grandes artistas: Laszlo Moholy-Nagy, Kokoschka y Kandinsky. Hace una inmersión en la obra de Goethe que influye fuertemente en su pensamiento. La semilla de un joven inquieto con un claro interés por el arte que se convertirá en un enorme Artista Visual.
Definitivamente, el movimiento artístico en las primeras décadas del siglo XX estaba en Paris, donde en mi opinión se concentraba el mayor número de artistas por metro cuadrado del mundo. Su sueño era vivir en esta ciudad a la que llega en Enero de 1924 y se instala, como no, en Montparnasse. Habla húngaro y alemán pero nada de francés así que parece que tiene dos problemas: encontrar un trabajo y aprender francés. Encuentra trabajo como periodista deportivo en un periódico húgaro y colabora con algunas revistas alemanas. Para aprender francés empieza a estudiar gramática y a leer nada menos que a Marcel Proust.
Llega a la fotografía casi de manera casual, a través de su amigo también húgaro, André Kertész. Ambos colaboran en algunos reportajes en los que Brassaï escribía los textos y Kertész ponía las fotos. El periodista y pintor Brassaï pasaba por grandes dificultades económicas y Kertész le sugiere que utilice la fotografía como medio para tener más ingresos. En una entrevista a Camera Magazine en 1963, Brassaï decía: “Todavía no era fotógrafo, ni siquiera soñaba con la forografía que ignoraba e incluso desdeñaba en aquella época, cuando, alrededor de 1926, conocí a André Kertész…”
Hace sus primeras imágenes con la cámara prestada de una amiga y en 1929 compra su primera cámara: una Voigtländer Bergheil. Un hombre al que le gusta la noche “vive la noche, duerme de día” y conoce bien los ambientes nocturnos de Paris, comienza a fotografiar en sus paseos la vida que se encuentra. Él lo describe de una forma que a mi me parece muy poética: “La noche no muestra cosas, las sugiere. Nos perturba y nos sorprende con su extrañeza. Libera fuerzas dentro de nosotros que están dominadas por nuestra razón durante el día”. Como dice Antonio Muñoz Molina “el París nocturno y canalla de cafés, prostíbulos, faroles en la niebla y pavimentos brillantes de lluvia es una invención de la cámara de Brassaï” (2)
Un año fundamental en la historia de Brassaï, 1932. En el mes de diciembre, se publica su primer libro “Paris de Nuit“. En tres años ha sido capaz de contactar con editores de prestigio que se interesen por su obra, reunir suficiente material como para publicar un libro con 64 fotografías y hacer una tirada de 12000 ejemplares con prólogo de Paul Morand, un conocido escritor y poeta. Está realmente entusiasmado y en las cartas a sus padres les mantiene al corriente de cada novedad, con la absoluta seguridad de su triunfo: “me parece que no había subestimado el éxito en absoluto, por el contrario, será mayor de lo que esperaba” (3). Su gran amigo, Henry Miller le llamará “l’œil de Paris” (El ojo de Paris) en uno de sus ensayos.
También en 1932 conoce a Pablo Picasso y fotografía algunas de sus esculturas, desconocidas en aquel momento. Estas fotos se publicaron en la revista surrealista de André Breton Le Minotaure con la que comienza una colaboración que le permitirá entrar en los estudios de los grandes artistas del momento, que continuará en sus colaboraciones con las revistas Verve y Harper’s Bazaar a partir de 1937. Para estas revistas fotografiará a Bonnard, Giacometti, Dali, Le Corbusier, Matisse, Braque, Maillol, Messiaen, Miller…personajes del mundo de la pintura, la escultura, la literatura, la música, la filosofía. ¿No es impresionante tener acceso a tanto talento? Sus retratos son directos, normalmente hacía dos o tres fotografías del sujeto. En una sesión fotográfica con el escritor Lawrence Durrell, le explicaba: “Creo que uno se concentra más cuando dispara menos. Por supuesto es arriesgado; cuando disparas mucho, tienes más posibilidades, pero luego estás sometido a la ley del accidente -si es que el accidente tiene alguna ley-… Cuando tengo éxito… Siento que he sido realmente yo quien hizo la foto, no la gané en una lotería” (4)
Nunca quiso dejarse encasillar en un único trabajo y su espíritu artístico no descansa: “Siempre he rechazado la especialización. Siempre he hecho muchas cosas: fotografía, dibujo, escultura, películas, libros…Al final es también difícil tener muchos talentos, ya que cada uno de ellos te monopoliza…lo único que puedes hacer es alternarlos, siguiendo tu instinto. No me asusta la dispersión…quiero ser libre” (5)
Es también a partir de 1932 que empieza a fijarse en los graffitis de las paredes en Paris y publica sus primeras fotos también en la revista Le Minotaure en diciembre de 1933 con el título “Du mur des cavernes au mur d’usine” (Del muro de las cavernas al muro de la fábrica). No sólo fotografía los graffitis durante casi 20 años si no que, en unos pequeños cuadernos, va tomando notas de los cambios que se van produciendo en el tiempo. En 1960 se publicará en Paris un libro titulado “Graffiti” de Éditions du Temps. En el año 2008 hubo una exposición en el Cículo de Bellas Artes de Madrid que publicó un buen catálogo sobre este trabajo que incluye un texto de Antoni Tàpies (6)
En 1940, con Paris tomado por las tropas nazis, necesita un permiso para poder hacer fotografías pero rechaza la posibilidad de pedirlo para no servir como colaborador e interrumpe su actividad fotográfica, se dedica al dibujo y a la escritura que tampoco se le da nada mal. De hecho, un día de 1939 estaba Picasso hojeando uno de sus cuadernos de dibujo y le dijo algo así como: “eres un dibujante nato…¿Porqué no continuas? ¡Tienes una mina de oro y estás explotando una mina de sal!” Después de la guerra expone sus dibujos en Paris y publica el libro Trente dessins (Treinta dibujos) de Éditions Pierre Tisné 1946, con poemas de Jacques Prévert.
Entre 1949 y 1960 va a viajar por distintos paises para la revista Harper’s Bazaar haciendo reportajes que no llegaron a ser tan conocidos: Grecia, Irlanda, Italia, Turquía, Estadios Unidos… Entre 1951 y 1953 viaja a España, concretamente a Sevilla donde hace un reportaje sobre la Semana Santa que será publicado en 1953 en la revista y, un año más tarde, publicó un libro junto con Henry de Montherlant titulado Seville en fête. Este libro se tradujo a varios idiomas pero no llegó a ser publicado en España por que a la censura no le pareció que tuviera un contenido adecuado (7) He encontrado un artículo publicado en 2015 por el diario ABC titulado “Las fotos prohibidas de la Semana Santa” (8)
A partir de 1962 deja la fotografía y se dedica a la escultura, la escritura y la reimpresión de su obra. De su amistad con Picasso surge un libro publicado en 1964 que titula Conversaciones con Picasso (Éditions Gallimard); en 1968 el MoMA hace un gran exposición retrospectiva (4); en 1974 se encuentra con Ansel Adams y Bill Brandt en Arles (9); en 1976 publica Le Paris secret des années 30 (Éditions Gallimard)…
“¿No se podría decir que la vida humana se parece al delta de un gran río, y que las ramas representan los posibles cursos de nuestras vidas?”. ” No veo ninguna razón para lamentar que la rama más larga en mi propia vida haya sido la fotografía” Brassai fallece el 7 de julio de 1984 en Beaulieu-sur-Mer, un pequeño pueblo junto a Niza y es enterrado en el cementerio de Montparnasse.
En el momento de su muerte, Brassaï había publicado 17 libros y cientos de artículos, ha realizado numerosas exposiciones con sus fotografías, esculturas y dibujos. Su película, “Tant qu’il y aura des bêtes” (Mientras existan las bestias) de 1955, ganó el premio a la Película más original en el Festival de Cine de Cannes de 1956. Ha sido Premio Nacional de Fotografía en Francia (1978), Caballero de las Artes y las Letras (1974) y Caballero de la Legión de Honor (1976).
Algunas citas sobre Brassaï que ayudan a entender la persona y su obra
Emile Henriot Artículo publicado en el periódico “Le Temps” el 30 de enero de 1933 con motivo del lanzamiento del libro Paris de nuit : “Nos imaginamos a uno de nuestros nietos hojeando en el futuro, a su vez, esta colección de imágenes exactas y emocionándose por su poesía. Es la realidad de las cosas más cotidianas lo que consigue, a la larga, el extraño encanto del pasado (…) Fotógrafos de 1933, estáis trabajando para el año 2000: Allí encontrarán todo vuestro talento“.
Henry Miller, en el prólogo del libro Picasso&Co (Ediciones Thames and Hudson) 1966: “Fueron sus ojos los que me llamaron la atención cuando me lo presentaron por primera vez … sus ojos eran inusuales no solo en un sentido físico, sino por la impresión de que transmitían una extraña habilidad para asimilar todo a la vez”
Anne Wilkes Tucker: “Aunque se trata de una obra significativa, Paris de nuit, representa únicamente un frangmento de una visión mucho mayor que el artista persigue deliberadamente”.
John Szarkowski: “Su sensibilidad data de una época anterior, y se recrea en lo primitivo, lo fantástico, lo ambiguo, incluso lo extraño. Sin embargo, la característica más distintiva de la obra de Brassaï es su profundo equilibrio y naturalidad, su sensación de fácil permanencia”.
Westerbeck/Meyerowitz, en el libro Bystander (A history of Street Photography) Bulfinch Press Book (1994). En una comparación entre las carreras de Brassaï y Kertész en la página 180 escriben lo siguiente: “En las carreras entrecruzadas que tenían ambos fotógrafos, cada uno experimentó un desarrollo que revirtió el del otro. Tras haber asistido a la academia de Bellas Artes en Budapest e ir a París para ser pintor o escultor, Brassaï estaba más avanzado en sus ideas que Kertész cuando llegó. El interés en los problemas formales que Kertész adquirió poco a poco, ya lo tenía Brassaï desde el principio y fue desapareciendo gradualmente con el paso de los años.
Mi punto de vista: Brassaï es una fuente de sabiduría e inspiración. Su evolución es permanente. En todo momento se mantiene coherente con sus principios artísticos. Cuando dice “…quiero ser libre” yo entiendo: quiero hacer aquello que necesito hacer y quiero dejarme llevar por mis instintos artísticos. Alimenta esos instintos, conoce los movimientos de su época y los vive con intensidad. Estaba en constante movimiento y esto es lo que más me ha impactado. Era un intelectual con una necesidad profunda de experimentar, de hacer cosas, de estar abierto. “Somos todos de naturaleza múltiple” decían en una entrevista radiofónica “hay una multitud dentro de cada uno y cuando satisfacemos a una de esas personas que llevamos dentro, las otras empatizan. Tenemos varios sentidos y no podemos expresarlo todo a través de la fotografía, intento satisfacer las necesidades de mis sentidos y no me puedo especializar” (1) A lo largo de su vida, mantiene esa coherencia para satisfacer sus necesidades. Fotografía, pero también dibuja, pinta, esculpe, escribe…en esa misma entrevista, Roger Grenier le comparaba con Leonardo y, aunque quizás es exagerado, su visión del arte era tan holistica como la del propio Leonardo. Supongo que así se va creando esa riqueza artística que le rodea y que rodea cualquier actividad que realiza. Su proceso creativo es interesante justamente por esto y he aquí el aprendizaje. ¡Todos somos de naturaleza múltiple!
Nota: Las fotos utilizadas en este post fueron hechas por Gyula Halász (Brassaï). Este trabajo no tiene fines lucrativos, ni comerciales. Su único propósito es promover el conocimiento de la fotografía a través del estudio y la investigación de los autores y permitir a más personas el acceso a esta información de manera fácil y ordenada.
Enlaces de interés:
(1) Entretiens avec Brassaï (en francés). Entrevista de Roger Grenier aparecida en Radio France en Octubre de 1964 (en francés)
(2) El Ojo de Paris, Antonio Muñoz Molina (artículo aparecido en la edición impresa de Babelia el 3 de enero de 2009)
Brassaï, Les yeux d’un homme, Jean Marie Drot. Documental incompleto de 1960 (en francés)
Henry Miller entrevisto y entrevistado por Brassaï, Juanma A. Juristo (artículo aparecido en El País el 30 de mayo de 1979)
Galería de fotos de Brassaï, en el blog de Oscar en fotos
(7) Fotografía de Sevilla de Brassaï en el Museo Reina Sofía con texto de Concha Calvo Salanova
(8) Las fotos prohibidas de la Semana Santa, Manuel Jesús Roldán (artículo aparecido en ABC Sevilla el 29 de junio de 2015)
(9) Brassaï, Ansel Adfams y Bill Brandt en Arles. Fotografía de Paul Joyce
Dos visiones de España en los años 50: Eugene Smith y Brassaï, Folleto informativo de la exposición que tuvo lugar en 2011 en la Sala 404 del Museo Nacional Reina Sofía
Bibliografía:
(3) Brassaï: Le Flâneur nocturne. Sylvie Aubenas, Quentin Bajac. Ediciones Gallimard (2012) (Estracto del libro en francés)
(4) Brassaï. Catálogo de la exposición en el MoMA, con introducción de Lawrence Durrell (en inglés)
(5) Brassaï – Paris 1899-1984, Jean Claude Gautrand, Taschen
(6) Graffiti Brassai. Catálogo de la exposición en el Círculo de Bellas Artes 2008
Lettres à mes parents: 1920-1940, Brassaï. Ediciones Gallimard (2000) (en francés)
Conversaciones con Picasso, Brassaï. Ediciones Turner (2002)
Totalmente de acuerdo con tu punto de vista. Conozco sus libros “París de nuit” y “Graffiti”. Gracias Nacho, me gusta mucho leer tus posts, siempre interesantes. Un saludo,
Yolanda
Hola Yolanda, como siempre, un placer leerte y una alegría que te guste leer lo que escribo. Para mi es un ejercicio muy interesante que me gusta compartir. Hasta el próximo post 🙂
gracias muy interesante
Gracias por pasar y dejar tu comentario Guillermo. Un saludo!!!