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Ensayo sobre las manos

Las manos son objeto de mis miradas. Me fascina observar los gestos, el uso que le damos a la mano, a menudo sin ser conscientes. Me miro las manos, observo mis dedos. Tienen la capacidad de acariciar, de sentir. Las yemas de los dedos tienen una sensibilidad que nos puede emocionar. El contacto con la piel de otra persona, el tacto de cualquier superficie. Nos acariciamos la cara cuando estamos pensativos; nos llevamos los dedos a la frente cuando nos preocupamos. Nos lastimamos o lastimamos a otros con nuestras manos, ya sea con golpes, con gestos, o simplemente negándoles nuestras manos, negando una caricia.

También está el uso que damos a las manos para expresarnos. Fíjate en dos personas charlando en cualquier situación, fíjate atentamente en cómo conectan con sus manos. Cómo las utilizamos para mostrar autoridad, enfado, odio, afecto, protección, generosidad, sorpresa, asco, miedo, angustia. Las manos nos hablan permanentemente y saber leer las manos es también conocer un poco más del alma humana.

“Dos especies de manos se enfrentan en la vida,
brotan del corazón, irrumpen por los brazos,
saltan, y desembocan sobre la luz herida
a golpes, a zarpazos.

La mano es la herramienta del alma, su mensaje,
y el cuerpo tiene en ella su rama combatiente.
Alzad, moved las manos en un gran oleaje,
hombres de mi simiente…”

Miguel Hernández “Las Manos”

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2 thoughts on “Ensayo sobre las manos”

  1. Hola Nacho,
    Me gusta mucho lo que has escrito sobre las manos. Muy bonito.
    Precisamente, este sábado pasado estuve en casa de unos amigos. La niña de 15 años toca el arpa desde muy pequeña.
    Pues cogió el arpa y se puso a tocar. Estuve fijándome en las manos durante 40mn. Increíble, lo que se llega, lo que se puede hacer con las manos. Sus manos acariciaban las cuerdas, a veces dulcemente, suavemente, a veces con violencia. Moviéndose armoniosamente. Que bonitas las manos de la niña. Me emocionó mucho.
    Totalmente de acuerdo “la mano es la herramienta del alma”
    Gracias Nacho, feliz semana
    Yolanda

    • Hola Yolande, qué bonita la historia de la niña y su arpa. Las manos nos regalan momentos de todo tipo y observarlas puede resultar incluos hipnótico. Garcias por pasarte a comentar 🙂
      Un saludo

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